INGREDIENTES:
(Para 2 Personas)
- Una Lámina de hojaldre
- Un calabacín grande
- Una cebolla
- 100 ml de nata liquida
- Pimienta molida
- Dos huevos
- Queso rallado para gratinar
- Aceite de oliva
PREPARACIÓN:
Precalentar el horno a 180º.
Pelar
y cortar la cebolla en juliana.
Lavar y cortar en rodajas lo mas finas posible el calabacín.
Poner un buen chorro de aceite de
oliva en una sartén, calentar y pochar
la cebolla. Sacarla de la sartén y reservarla.
En el mismo aceite pochar las rodajas de calabacín, dejándolas
al dente. Sacarlas y reservarlas.
Forrar
un molde de tartas con papel de
horno antiadherente.
Desenrollar la lamina de
hojaldre y ponerla en el molde sobre el papel de horno.
Batir los dos huevos. Apartar un poquito de huevo batido para pintar el
hojaldre.
Agregar la nata liquida al bol de los huevos y mezclar bien.
Poner en la base del hojaldre primero la cebolla y encima las rodajas de calabacín.
Echar por encima la mezcla
de huevo y nata.
Salar al gusto. Espolvorear con la
pimienta molida y el queso rallado.
Pintar el borde del hojaldre con el huevo batido que se había reservado..
Meter en el horno a media altura calor
arriba y abajo y hornear unos 25/30
minutos hasta que quede bien
cuajado y el hojaldre dorado y crujiente.
Sacar del horno, dejar enfriar unos
minutos y desmoldarlo a una fuente con cuidado de que no se rompa.
Se puede comer caliente o frio.
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